“La justicia no se negocia, porque al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”. La frase retumbó en el Senado de la República mientras Ernestina Godoy Ramos rendía protesta como nueva titular de la Fiscalía General de la República (FGR).
La microhistoria de una mujer que pasó de la Ciudad de México a encabezar uno de los órganos más cuestionados del país comienza ahora en un terreno minado por la impunidad, la corrupción y la sospecha ciudadana.
La promesa de una nueva FGR
Durante su discurso ante el pleno del Senado, Godoy Ramos no titubeó. Prometió una Fiscalía científica, coordinada y con enfoque de derechos humanos. Sin embargo, sus palabras llegan en un momento crítico para el país.
En sus propias palabras, la FGR que encabezará se basará en “investigación científica y multidisciplinaria, inteligencia aplicada en cada caso, priorización en delitos de mayor impacto, y cero tolerancia a la tortura”.
“Una Fiscalía que actúa sola está destinada al fracaso”
“Siempre he tenido claro que la procuración de justicia es uno de los pilares del Estado de Derecho”, dijo Godoy. “Una Fiscalía que actúa sola está destinada al fracaso”, advirtió, subrayando la necesidad de coordinación entre instituciones.
¿Una fiscal de la 4T para el 2027?
La llegada de Ernestina Godoy a la FGR no es menor. Su trayectoria como Fiscal de la CDMX, su cercanía con Andrés Manuel López Obrador y su narrativa de justicia ciudadana la colocan como una pieza clave rumbo a 2027.
La oposición no ha tardado en criticar su nombramiento. Pero la 4T celebra su presencia como una conquista institucional más. ¿Será Godoy el brazo judicial que necesita el oficialismo en el próximo sexenio?
De la víctima al poder: ¿y el ciudadano?
“Para mí, su respaldo no es un premio, es un mandato”, dijo dirigiéndose a víctimas, colectivas y sociedad civil. Godoy promete poner al centro a las víctimas, pero el reto será traducir el discurso en resultados que devuelvan la confianza perdida.
En un país donde la impunidad supera el 95%, el nuevo rostro de la Fiscalía tiene una misión que va más allá de la narrativa.
Reflexión final
Ernestina Godoy entra al juego grande con un discurso impecable, pero en un tablero lleno de trampas. Si realmente quiere transformar la justicia en México, tendrá que enfrentar no solo a los criminales, sino también a la podredumbre institucional que ha hecho de la FGR un símbolo de frustración nacional.
Desde ahora, el reloj corre. Y México, como siempre, espera justicia.
✍️ Contenido original de EsAhoraAm.com — Periodismo crítico, independiente y ciudadano.









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