Durante los últimos seis años, México ha logrado avances significativos en materia de seguridad. La creación de la Guardia Nacional, la baja progresiva en delitos de alto impacto y la política de “atención a las causas” —centrada en jóvenes, mujeres y comunidades— han comenzado a dar resultados.
En lo social, programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, Pensión para el Bienestar, Sembrando Vida y la construcción de Universidades Benito Juárez han transformado miles de vidas.
Ahora, especialistas proponen dar un paso más: insertar el enfoque de seguridad humana en el corazón de la administración pública federal.
Desde Querétaro, el Mtro. Ángel Luis Castillo González y el Lic. Ángel Ruíz Bielma plantean un modelo viable, técnico y transformador, respaldado por la ONU, que permite consolidar los logros de la Cuarta Transformación en materia de paz, bienestar y dignidad para todas y todos.
🔎 ¿Qué es la seguridad humana?
Más allá del control del crimen, la seguridad humana busca que las personas vivan libres de temor, de necesidad y con dignidad. Impulsada por la ONU desde 1994, propone proteger a las personas en siete dimensiones: salud, alimentación, ingreso, medio ambiente, seguridad personal, cohesión comunitaria y participación política.
“Seguridad humana no es solo ausencia de violencia, es presencia de condiciones justas para vivir bien”, señalan los autores.
🧭 ¿Cómo insertarla en el gobierno federal?
La propuesta no busca inflar la burocracia ni crear una nueva secretaría, sino transversalizar el enfoque en todas las dependencias del Ejecutivo federal, alineándolo con:
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el Plan Nacional de Desarrollo,
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los programas sociales,
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la política de derechos humanos,
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y los principios de la austeridad republicana.
Este modelo permite pasar de una seguridad basada en el castigo a una basada en el desarrollo, la prevención y la justicia social.
🛡️ Un modelo multiactor: altura de miras con respaldo internacional
Los autores proponen un esquema de colaboración amplio, realista y con altura de miras, donde participen:
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Gobiernos e instituciones de seguridad de los tres órdenes: federal, estatal y municipal.
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La academia: generando datos, metodologías, diagnósticos y evaluación.
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La iniciativa privada: generando empleo, inversión social y modelos de responsabilidad compartida.
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La sociedad civil: desde los barrios, colonias y colectivos organizados.
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Y todo esto bajo el respaldo y acompañamiento técnico de la ONU, que ha desarrollado metodologías claras en seguridad humana, desarrollo sostenible y paz.
“Ningún nivel de gobierno puede solo. Se requiere articulación multisectorial, multiescalar y con visión de Estado”, subrayan los entrevistados.
📌 ¿Qué podría implicar en la práctica?
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Reorientar el presupuesto de seguridad hacia programas preventivos y de bienestar.
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Capacitar a policías y funcionarios públicos con enfoque humanista, comunitario y de derechos.
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Medir la seguridad más allá de los delitos: calidad de vida, percepción social, confianza institucional.
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Integrar comités ciudadanos de seguridad humana en zonas prioritarias.
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Fortalecer políticas públicas que ya existen: Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, Universidades Benito Juárez, pero con anclaje territorial y articulación institucional.
🤝 El momento Sheinbaum: una oportunidad histórica
La presidenta Claudia Sheinbaum ha dicho que la seguridad debe estar al servicio del pueblo, no por encima de él. Esta propuesta es plenamente congruente con su visión de una “República justa, honesta y humanista”.
“Este modelo no choca con la 4T: la profundiza. Da contenido al discurso de justicia social con herramientas institucionales viables, medibles y participativas”, afirman Castillo y Ruíz.
🎯 Reflexión final
El enfoque de seguridad humana representa el salto de paradigma que México necesita: del uso de la fuerza a la construcción de paz; de las estadísticas del crimen a los indicadores de bienestar; del miedo al derecho a vivir dignamente.
Y ese salto —dicen los autores— no requiere más gasto, sino más visión, más voluntad y una alianza con la ciudadanía, los gobiernos, la iniciativa privada y la comunidad internacional.
“La seguridad del futuro no se construye con armas, sino con confianza, salud, educación, empleo y participación.”
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