“Desde ese momento nos dimos cuenta que había habido un fraude electoral. No quienes estábamos cerca de López Obrador, sino el pueblo entero…”
Así comenzó la presidenta Claudia Sheinbaum su poderoso testimonio sobre el fraude electoral de 2006, en una intervención que ha sacudido nuevamente la memoria histórica de México. No se trata solo de una denuncia política: es el relato directo de una mujer que lo vivió en carne propia, que formó parte de la investigación que reveló el robo de más de 2 millones de votos al entonces candidato Andrés Manuel López Obrador.
🗳️ El pueblo lo gritó: «¡Voto por voto!»
Sheinbaum rememora cómo la indignación popular estalló cuando se supo que el Tribunal Electoral solo ordenó abrir el 8% de las casillas. “Y al abrir ese 8%, se redujo la diferencia entre Calderón y López Obrador”, afirma. “Era evidente que si se abrían todas las casillas, el triunfo era de López Obrador”.
Ese fue el momento en que el pueblo gritó con fuerza: “¡Voto por voto, casilla por casilla!”. No era una consigna partidista, sino un grito de justicia democrática.
👁️🗨️ ¿Quién defendió el fraude?
La presidenta no titubea al nombrar a uno de los principales responsables: Luis Carlos Ugalde, entonces presidente del IFE. “No permitió que se abrieran las casillas”, denuncia.
Su testimonio cobra aún más peso al recordar que participó directamente en la investigación que estimó el robo de 2 millones de votos. Fue un golpe devastador a la democracia mexicana.
💥 Crítica directa a Lorenzo Córdova y al PAN
Sheinbaum también aprovecha para cuestionar el papel de los conservadores de hoy, incluidos Lorenzo Córdova y sectores del PAN, que siguen defendiendo estructuras de poder que se originaron en aquel fraude.
En un mismo hilo narrativo, recuerda la frase: “Un peligro para México” como el símbolo de una campaña sucia que precedió al golpe final contra AMLO. Una estrategia del miedo diseñada desde el poder.
🌱 La lucha continúa: de Zapata a la resistencia ciudadana
Finalmente, Sheinbaum conecta este episodio con una visión de justicia histórica, reivindicando a Emiliano Zapata y a los pueblos originarios de México. “Hoy hay jóvenes que no conocen esta historia… Por eso hay que contarla”, afirma.
Su relato no solo informa. Revive, emociona y provoca. Nos recuerda que la democracia se defiende en las urnas, sí, pero también en las calles, en la memoria y en la voz de quienes se niegan a olvidar.
📢 ¿Tú qué opinas? ¿Recuerdas el fraude de 2006? Compártelo con quienes no conocen esta parte de nuestra historia. ¡El pueblo no olvida!
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