La afición, familias y amigos se dieron cita para ver a sus jugadores favoritos.
“Justo me compré este jersey del Peñarol por Homenchenko, es apenas su primer torneo y ya es mi jugador favorito”, comentó un aficionado antes del arranque del partido.
Del silencio al estallido
Los locales empezaban el encuentro alentando desde el minuto uno, aunque tras el gol de los visitantes, la molestia se hizo notar.
Los cánticos de apoyo se transformaron en reclamos, y los gritos en contra del entrenador resonaban en las gradas. Pero el fútbol tiene eso: el poder de cambiarlo todo en un instante.
Un segundo tiempo de fiesta total
En el segundo tiempo, la historia fue otra.
En apenas quince minutos, Gallos Blancos le dio la vuelta al marcador. El estadio explotó en alegría, habían abrazos entre desconocidos y una afición que no paró de cantar. Cánticos tras cánticos reflejaban la felicidad y el orgullo de los locales.
Al término del encuentro, la fiesta continuó fuera del estadio. Niños, familias completas y grupos de amigos celebraban la victoria con sonrisas y fotos. La noche queretana se llenó de luces, canticos y esperanza.
Lo que viene
El siguiente partido en el Estadio Corregidora será contra el Rebaño.
Será un duelo complicado, pero con el buen funcionamiento del equipo, y sobre todo con el apoyo de la afición azul y negra, todo es posible.
La pasión queretana volvió a sentirse viva. Porque en el Corregidora, ganar se disfruta distinto cuando se gana en familia.
¿Y tú estuviste en el estadio? Cuéntanos cómo viviste esta fiesta queretana en los comentarios.
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