El eco de los aplausos se ha ido, la algarabía de los entrenamientos se ha apagado.
Las imágenes son contundentes: una alberca seca y sucia, la otra medio llena de agua verde y estancada.
Así están dos de las tres albercas de la Unidad Deportiva Acapulco (UDA), el único centro deportivo del gobierno con espacios públicos para natación.
El abandono flota a la vista
Mientras la alberca del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue remodelada y presume instalaciones nuevas, la UDA se ha quedado atrapada en el tiempo, sin mantenimiento, sin recursos y sin un plan de rescate claro.
Lo más grave: aunque la del IMSS luce como nueva, ya no opera con programas de seguimiento deportivo. Sólo se usa para rehabilitación y enseñanza básica.
Es decir, los atletas en formación ya no tienen un lugar digno donde entrenar.

«Aquí nadaban campeones… ahora solo flota la decepción»
Padres de familia, entrenadores y exdeportistas consultados señalaron que «el gobierno estatal ha dejado morir el deporte acuático».
Uno de ellos comentó: «Aquí entrenaban niños que iban a competencias nacionales, ahora no tienen dónde lanzarse al agua».
¿Dónde quedó la promesa de impulso al deporte?
La administración de Evelyn Salgado Pineda y su Instituto del Deporte de Guerrero parecen haber olvidado sus promesas de campaña y gobierno.
En un estado donde se presume fomentar el deporte como herramienta de transformación social, la realidad es otra: moho, suciedad y abandono.
¿Dónde están los recursos de CONADE? ¿Dónde está el seguimiento institucional al talento deportivo?
Rumbo a 2027: la decadencia como herencia
Si hoy no hay políticas deportivas claras, ¿qué nos espera rumbo a 2027? Cada alberca que se cierra es un talento que se apaga.
Cada promesa incumplida es una traición al futuro de Guerrero. Si este es el único centro público con albercas y está así, ¿qué queda para los demás?
La UDA, que alguna vez fue semillero de atletas, hoy es símbolo del abandono gubernamental.
Reflexión final: ¿Dónde están los verdaderos campeones?
No es una grieta, es una zanja completa al desarrollo deportivo. Urge una respuesta, una estrategia, una inversión real.
Porque mientras el agua se pudre y el cemento se agrieta, también se deteriora la esperanza de cientos de jóvenes guerrerenses.
Es momento de exigir, de señalar y de actuar.
✍️ Contenido original de EsAhoraAm.com — Periodismo crítico, independiente y ciudadano.











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