“Éramos los dueños de la Benito…” —confesión de un exfuncionario detenido— aún resuena. Es la misma Benito Juárez que albergó al hoy presidente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera. Una arena que, años después, aflora en tribunales y detenciones.
Un inicio polémico en Benito Juárez
Durante su mandato (2012-2015) como delegado, Romero supervisó una administración en la que el llamado Cártel Inmobiliario floreció: uso indebido del artículo 62 del Reglamento de Construcción para edificar ilegalmente a cambio de beneficios. El esquema criminal se consolidó bajo su liderazgo local, y hoy cientos de pisos se encuentran bajo investigación.
Excolaboradores tras las rejas
- Christian Von Roehrich: preso.
- Nicias René Aridjis: condena por enriquecimiento ilícito.
- Ismael Chalico y José Ramón Mayaudón: 5 años por asociación delictuosa.
- Luis Vizcaíno: condenado, con bienes incautados.
Todos trabajaron durante o justo después de la era delegacional de Romero. Sin embargo, él ascendió hasta ser presidente nacional del PAN
La oportunidad nacional
El 19 de noviembre de 2024, Romero fue elegido presidente nacional del PAN con ~80 % de votos militantes.
Prometió revitalizar el partido, recuperar valores y diferenciarse de Morena, pero carga con un pasado urbanístico turbio que opaca su agenda.
Opinión pública y medios (El País) subrayan que su elección representa la continuidad de una “élite padronera”, cuestionada por opacidad.
¿Puede limpiar su pasado?
Como líder nacional, debe:
- Promover limpieza interna: impulsar investigaciones independientes y sanciones al interior del PAN.
- Fomentar una narrativa de transparencia: distanciarse públicamente del Cártel Inmobiliario.
- Impulsar reformas endógenas: anunciar mecanismos de rendición de cuentas en todas sus áreas.
Mirada externa y presión ciudadana
La Fiscalía CDMX sigue activa: hay más detenciones en puerta y presiones para investigar a Romero directamente. La sociedad exige responsabilidad completa, no solo castigo a operadores.
Reflexión crítica: Llegar a la presidencia nacional no implica blindaje moral. ¿Puede alguien con ese pasado liderar una oposición creíble?
¿Y tú qué opinas? ¿Debe Jorge Romero Herrera enfrentar alguna investigación oficial por su etapa en Benito Juárez? Déjanos tu comentario.
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