“En Quintana Roo, los homicidios se desplomaron como nunca antes.” Con esas palabras, la presidenta Claudia Sheinbaum sacudió la opinión pública nacional al anunciar que en apenas diez meses los asesinatos dolosos en el estado cayeron un 61.3%. Una cifra que genera esperanza, pero también desconfianza: ¿milagro de la estrategia de seguridad o manipulación de números?
Las cifras que sorprenden
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), de octubre de 2024 a julio de 2025 la reducción de homicidios fue histórica. En municipios como Benito Juárez, la baja alcanzó el 70.6%. Sin embargo, críticos advierten que estas estadísticas podrían esconder otras realidades violentas que no se están contando.
Un estado marcado por la sangre
Quintana Roo había sido, durante años, un paraíso turístico manchado por balaceras y ejecuciones. Hoy, el discurso oficial presume de cifras récord: de dos homicidios diarios en 2024 se pasó a menos de uno en 2025. Julio de 2025 se convirtió en el mes menos violento desde 2017. Pero, ¿se trata de un avance real o de un control político de la narrativa?
El “otro lado” de la seguridad
El secretario Omar García Harfuch reveló que en 10 meses se lograron más de 3 mil detenciones, se aseguraron más de mil kilos de droga y cientos de armas. La Fiscalía estatal reportó más del 90% de vinculaciones a proceso. Sin embargo, voces opositoras cuestionan: ¿es suficiente cuando la extorsión, la corrupción y la infiltración del crimen siguen latentes?
- 3,258 personas detenidas por delitos de alto impacto.
- Más de 1,300 kilos de droga asegurados.
- Cerca de 300 armas decomisadas y mil sentencias condenatorias.
- 214 extorsionadores arrestados en la entidad.
Obras y promesas que adornan la narrativa
La seguridad no llegó sola. El gobierno presume también avances en el Puente Vehicular Nichupté, con 85% de construcción y la promesa de beneficiar a 1.3 millones de habitantes. Además, el Infonavit inició la edificación de más de 8 mil viviendas, con planes de llegar a 70 mil en los próximos años.
¿Realidad o cortina de humo?
Mientras Sheinbaum afirma que son “muy buenas noticias”, analistas señalan que la violencia no desaparece, sino que muta. Quintana Roo podría ser el laboratorio donde se cocina una nueva estrategia política de seguridad que buscará replicarse en el resto del país.
Reflexión final
La pregunta sigue en el aire: ¿estamos frente a un verdadero cambio en Quintana Roo o ante la puesta en escena más grande de los últimos años?
Lo cierto es que la historia aún no termina… y lo que viene podría revelar un giro inesperado.
¿Y tú qué opinas? Déjanos tu comentario.
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