10 de julio, 2025. A orillas de la medianoche en una tormenta eléctrica, nació en 1856 uno de los cerebros más brillantes de la historia: Nikola Tesla. Dicen que aquel relámpago fue presagio de lo que traería al mundo. Más de 160 años después, su legado sigue encendido.
El padre de la corriente alterna
Tesla fue el visionario que imaginó un sistema eléctrico global cuando apenas existían focos. Su invención de la corriente alterna —el sistema que aún hoy usamos para llevar energía a casas, edificios y ciudades— cambió la historia de la humanidad.
Pero su genio fue más allá. Propuso sistemas inalámbricos de comunicación, tecnologías de rayos X, turbinas, motores, energía renovable, y hasta la idea de una red global de transmisión… algo que muchos hoy asocian con el internet.
Un adelantado a su tiempo
Tesla fue más inventor que empresario. Murió solo, sin fortuna, en un hotel de Nueva York en 1943. Pero las ideas que dejó —algunas apenas entendidas en su época— hoy inspiran a ingenieros, científicos y tecnólogos.
Empresas, laboratorios y proyectos futuristas siguen usando sus patentes, redescubriendo sus documentos y tomando su nombre como estandarte de innovación.
¿Qué nos queda de Tesla?
La inspiración. Cada vez que enciendes la luz, conectas un cargador o ves una ciudad iluminada desde el aire, estás viendo el legado de Tesla. Su mente no solo resolvió problemas: imaginó soluciones antes de que fueran necesarias.
Reflexión final
Hoy, más que celebrarlo como genio, lo reconocemos como un símbolo de la creatividad libre, de las ideas que rompen límites. Porque Tesla no solo diseñó máquinas: iluminó futuros.
¿Y tú qué opinas? ¿Cuál de sus inventos te parece más sorprendente? Déjanos tu comentario. Continuará…
Discussion about this post