Chicago, 2025. En la sala de una Corte Federal, un hombre flaco, encorvado, con barba desaliñada y mirada apagada, escucha atentamente a través de unos audífonos.
No es cualquier acusado: es Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, hijo del legendario Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Quienes lo ven dicen que habla en voz baja, con aire humilde. En ese instante, decide dar un giro histórico: declararse culpable ante el Gobierno de Estados Unidos.
Un imperio que se desmorona desde dentro
Con apenas 35 años, Ovidio ha pasado de ser uno de los capos más buscados a ser el primer miembro de los “Chapitos” en pactar con la justicia norteamericana.
Su confesión incluye tráfico de drogas, asesinatos y vínculos con una vasta red criminal que operó en ambos lados de la frontera.
“El acusado ha aceptado colaborar sustancialmente”, señala el acuerdo judicial, lo que podría conllevar una pena menor a la cadena perpetua.
A cambio, deberá proporcionar información detallada sobre rutas de trasiego, laboratorios clandestinos y redes de corrupción.
Una jugada estratégica del Gobierno estadounidense
“Con cada día que pasa, se está viendo el ocaso del Cártel de Sinaloa”, declaró el fiscal de California, Adam Gordon.
Las autoridades celebran esta “declaración histórica” como un golpe directo al corazón del narcotráfico.
Ovidio admitió haber coordinado el tráfico de fentanilo, cocaína y heroína a gran escala, utilizando métodos que van desde trenes hasta criptomonedas.
También reconoció su implicación en asesinatos en Sinaloa, Sonora y Arizona.
Consecuencias que cruzan fronteras
El pacto no solo afecta al Cártel de Sinaloa, sino que abre nuevas grietas internas. Según expertos, esta revelación puede desatar represalias violentas en México. “La guerra dentro del cartel podría recrudecerse”, advierte la analista Cecilia Farfán-Méndez.
David Saucedo, especialista en seguridad, plantea otro escenario: “Este acuerdo es un mensaje para otros capos: colaborar puede ser una salida”. El cambio de trato hacia Ovidio, en contraste con la sentencia ejemplar de su padre, revela una nueva táctica del Gobierno de EE. UU.
¿Una oportunidad para desmontar al cártel?
Si Ovidio revela la ubicación de laboratorios, rutas clave y contactos políticos o militares, el Cártel de Sinaloa podría recibir un golpe letal. Pero también podría provocar una reconfiguración del mapa del narcotráfico, donde el Cártel Jalisco Nueva Generación gane terreno.
Un juicio que marca época
En seis meses, la jueza Sharon Johnson Coleman dictará sentencia. Hasta entonces, las palabras del Ratón siguen resonando: no solo admitió sus crímenes, sino que abrió una puerta que nadie en su familia se había atrevido a cruzar.
Reflexión final
¿Estamos ante el fin de los Guzmán como símbolo del narco mexicano? ¿O solo ante un cambio de estrategia? Lo cierto es que esta declaración puede cambiar el rumbo del combate binacional contra las drogas.
¿Y tú qué opinas? Déjanos tu comentario. La historia continúa…
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