El presidente Andrés Manuel López Obrador les pidió a las gobernadoras, la jefa de Gobierno, los gobernadores aquí presentes, nos van a ayudar a convencer a los legisladores de que es importante que dejemos bien consolidada, blindada esta institución que se creó para garantizar la paz y la tranquilidad en nuestro país en beneficio de nuestro pueblo.
En el caso específico de Querétaro, difícil tarea le encargo el presidente AMLO al gobernador Mauricio Kuri convenza a los legisladores queretanos, ya que han mostrado una gran sumisión a su “líder” Marko Cortés, sobre todo de «Felifer» y el exgobernador Loyola.
Felipe Macías y Ignacio Loyola diputados federales, quienes lejos de ver por los intereses del país, han mostrado cuidar los intereses de Ricardo Anaya y Marko Cortés.
El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, quien acudió como invitado de honor a la ceremonia por el tercer aniversario de la creación de la Guardia Nacional, acto encabezado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en las instalaciones del Heroico Colegio Militar.
Y escucho de viva voz del presidente la petición para que se legisle en favor de que la Guardia Nacional dependa directamente del Ejercito Nacional y quien se ha pronunciado reconociendo la buena relación con el presidente.
Por eso hay que darle la confianza a esta nueva institución y dejarla en buenas manos, cuidarla, para que permanezca, que no sea flor de un sexenio, de dos, sino que sea una institución que dure siglos, como las guardias nacionales en otros países, que ya llevan siglos desde que se fundaron.
Son instituciones muy consolidadas, aquí se habló de algunas de ellas, que, por cierto, están vinculadas en varios países a las fuerzas armadas.
¿De dónde son la mayoría de los soldados?
De los estados del sur, del sureste de México. Con todo respeto, la proporción es como de 80 a 20, si se compara el sur con el norte, y vaya que hay buenos soldados y muy buenos oficiales en el norte del país.
Pero hay también otro elemento a considerar, para los que tienen preocupación de la militarización y de la posible violación de derechos humanos, dos cuestiones que son importantes:
Primero, la responsabilidad del gobierno civil. No hay que olvidar que el comandante supremo de las Fuerzas Armadas es el presidente de la República y de ahí dimanan las órdenes.
Entonces, si el presidente no tiene afanes represivos, si el presidente considera que la paz es fruto de la justicia y que no se puede enfrentar la violencia con la violencia, pues no hay nada que temer.
Y esto se va a ir estableciendo a lo largo del tiempo y se va a hacer a un lado, porque no conviene a nadie, el afán autoritario.
Se cuestiona con el argumento que no se debe de militarizar la Guardia Nacional y se ponen por delante, como todos lo deseamos, el respeto a los derechos humanos; pero debe también valorarse que nuestro ejército tiene un origen peculiar no es como otros ejércitos de otros países del mundo.
Esto suelo repetirlo para que no generalicemos. El Ejército Mexicano se fundó al siguiente día o unos días del asesinato cobarde del presidente Francisco I. Madero, y se fundó por iniciativa de Venustiano Carranza para restaurar la legalidad y hacer valer la democracia en nuestro país.
Es un ejército que surge para oponerse a un golpe de Estado, ese es el origen de nuestro Ejército.
Y a pesar de errores cometidos, como todas las instituciones y gobiernos, su desempeño ha sido ejemplar a lo largo del tiempo.
Es más lo que ha aportado a la paz, a la tranquilidad, al progreso del país que lo que ha significado como obstáculo, rémora, al desarrollo de México.
No se ha corrompido el Ejército en tiempos en que imperaba la corrupción.
Los generales del Ejército mexicano no pertenecen a la oligarquía. Por eso digo: no es lo mismo este ejército que el de otros países.
¿De dónde son la mayoría de los soldados?
De los estados del sur, del sureste de México. Con todo respeto, la proporción es como de 80 a 20, si se compara el sur con el norte, y vaya que hay buenos soldados y muy buenos oficiales en el norte del país.
Pero hay también otro elemento a considerar, para los que tienen preocupación de la militarización y de la posible violación de derechos humanos, dos cuestiones que son importantes:
Primero, la responsabilidad del gobierno civil. No hay que olvidar que el comandante supremo de las Fuerzas Armadas es el presidente de la República y de ahí dimanan las órdenes.
Entonces, si el presidente no tiene afanes represivos, si el presidente considera que la paz es fruto de la justicia y que no se puede enfrentar la violencia con la violencia, pues no hay nada que temer.
Y esto se va a ir estableciendo a lo largo del tiempo y se va a hacer a un lado, porque no conviene a nadie, el afán autoritario.
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