“Yo casi no hablo en la mañanera”, dijo la periodista Reyna Aidee frente a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Lo que siguió fue una de las participaciones más extensas, disruptivas y cuestionables en la historia reciente de las conferencias matutinas del Ejecutivo mexicano: más de 35 minutos al aire, 21 preguntas documentadas, múltiples interrupciones, ataques a colegas, críticas sin fuentes y, al final, más quejas.
🧠 El reglamento que ignoró: máximo 3 preguntas por periodista
El protocolo de la conferencia matutina —diseñado para garantizar equidad y agilidad— establece que cada periodista debe:
- Realizar un máximo de tres preguntas.
- Plantearlas con enfoque periodístico.
- Basarse en información publicada o sustentada en su medio.
Pero ese 30 de septiembre, Reyna Aidee hizo todo lo contrario.
“Todavía me sale ganando Contralínea, a mí me toca cada mes”
Así justificó su larguísima intervención. Sin embargo, según el análisis realizado, su intervención equivale a tres meses de participación semanal de cualquier periodista regular. Un abuso de micrófono con sabor a “derecho adquirido”.
🎯 De la queja al monólogo: 21 preguntas, cero fuentes
La periodista cuestionó todo: el favoritismo, la tómbola, Bartlett, la venta de presas, las farmacéuticas, el Poder Judicial, el desabasto de medicamentos, la Guardia Nacional y hasta al gobernador de Sonora. ¿El problema? No presentó una sola fuente verificable.
“Presidenta, ¿usted ya perdonó a Bartlett por el fraude del ‘88?”
La narrativa fue emocional, pero carente de rigor. No mostró documentos, cifras públicas, notas propias ni declaraciones oficiales previas. A pesar de exigir justicia, no cumplió con los estándares periodísticos básicos.
🧩 Implicaciones rumbo a 2027: la mañanera como ring personal
Si la conferencia presidencial se convierte en un espacio sin reglas, los ciudadanos pierden. La concentración del tiempo en voces que abusan del formato para imponer agenda personal debilita el acceso a la información pública veraz, plural y oportuna.
¿Quién regula el desorden informativo?
En un sexenio donde se promueve la transparencia y la participación plural, este caso es un llamado urgente: ¿habrá piso parejo para todos los periodistas? ¿O seguirá siendo la mañanera un espacio donde gana quien grita más?
📢 Reflexión final
Lo que ocurrió el 30 de septiembre es más que un exceso. Es una burla a la función periodística y una afrenta al derecho del resto de comunicadores de ejercer su labor con condiciones justas. Si se exige democracia en el micrófono, que empiece por respetar el turno.
✍️ Contenido original de EsAhoraAm.com — Periodismo crítico, independiente y ciudadano.
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