Una presidenta con datos y dignidad nacional
“No corresponde a ningún operativo en México”, dijo Claudia Sheinbaum con voz firme, desmantelando en segundos la portada sensacionalista de La Jornada que pretendía mostrar fuerzas especiales de EE.UU. en territorio mexicano. Su respuesta, clara, documentada y sin titubeos, fue una clase de periodismo de Estado frente al periodismo del espectáculo.
La imagen falsa y el desliz de La Jornada
La nota aseguraba que había presencia de agentes extranjeros actuando dentro del país. Pero la presidenta no solo lo negó: explicó cómo la Fiscalía General de la República actúa bajo denuncias entregadas por agencias extranjeras —como cualquier ciudadano— y que ninguna agencia extranjera participa en operativos.
“Las cosas cambiaron desde que llegó la Cuarta Transformación”
Marcelo Ebrard reforzó la explicación recordando las reformas legales tras el caso Cienfuegos, que limitan las acciones de agencias extranjeras en territorio mexicano. “Ya no hay injerencia como en tiempos de Calderón”, sentenció.
Ciro Gómez Leyva: de acusador a acusado
Horas más tarde, Ciro Gómez Leyva cometió un grave error en su programa en vivo: repitió la misma mentira de La Jornada y fue más allá, acusando al gobierno federal y al Senado de mentir. La respuesta no tardó.
La Embajada de Estados Unidos en México emitió un comunicado directo y público en el que desmintió por completo a Gómez Leyva, confirmando que no hay fuerzas especiales de EE.UU. operando en México y que la cooperación se limita a canales institucionales.
Reflexión final: el periodismo que traiciona la verdad
Sheinbaum no solo defendió la soberanía nacional: desnudó a un periodismo que pretende dictar la agenda con mentiras. El caso Ciro-La Jornada es una alerta sobre la desinformación con disfraz editorial.
¿Y tú qué opinas? ¿Debemos exigir más rigor y menos espectáculo en los medios? Déjanos tu comentario.
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