Un fin de semana cargado de simbolismo político y anuncios de alto impacto. Así se vivió la gira de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo del 15 al 17 de agosto, recorriendo Guatemala, Quintana Roo, Campeche y el Estado de México.
Reducción récord de homicidios en Quintana Roo
En Chetumal, durante “Las mañaneras del pueblo”, Sheinbaum presumió que los homicidios dolosos se redujeron en 61.3% en Quintana Roo. Desde Querétaro, acudimos a esta conferencia en busca de posicionar la desinformación sobre el Tren Maya que circula en el centro del país. Sin embargo, no hubo oportunidad de plantear la pregunta.
Acuerdos internacionales de alto calibre
En Guatemala, Sheinbaum se reunió con el presidente Bernardo Arévalo, con quien selló compromisos en temas de seguridad, migración, energía, trenes y medio ambiente. La agenda regional se fortaleció como nunca antes.
El pacto de la Selva Maya
En Campeche ocurrió lo inesperado: un acuerdo tripartita con Arévalo y el primer ministro de Belice, John Briceño. El resultado: la creación del Corredor Biocultural Gran Selva Maya, una iniciativa histórica para proteger 5.7 millones de hectáreas del bosque tropical más importante de Mesoamérica.
Obras prioritarias con tinte social
Ese mismo fin de semana, Sheinbaum inauguró el Centro LIBRE para las Mujeres de Calakmul, mientras que en Ecatepec, Estado de México, abrió la Unidad de Medicina Familiar No. 93 del IMSS, beneficiando a más de 352 mil derechohabientes.
¿Narrativa o transformación?
Los anuncios de la gira muestran a una presidenta que combina acuerdos de alto nivel con acciones sociales concretas. Pero la gran pregunta sigue abierta: estamos frente a una transformación real que busca cimentar un legado?
La discusión queda abierta: ¿usted qué opina de la gira presidencial? ¿Son avances sustantivos o promesas para el escaparate internacional?
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