El amanecer en el puerto de Tampico parecía rutinario hasta que un buque, aparentemente inofensivo, atracó el 19 de marzo.
Declaraba transportar aditivos para aceites lubricantes, pero la realidad era otra: en sus entrañas ocultaba 10 millones de litros de diésel de procedencia ilícita.
El operativo en detalle
La Secretaría de Marina (Semar), en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), desplegaron un operativo sin precedentes:
• Incautaciones principales:
• 10 millones de litros de diésel.
• 192 contenedores.
• Un buque interceptado en el puerto de Tampico.
• 29 tractocamiones, de los cuales 23 contaban con remolque.
• Armas de fuego y municiones.
• Equipos de cómputo y documentación relevante.
Además, se realizaron cateos en predios de Altamira, donde se encontraron más evidencias del entramado delictivo.
Implicaciones y reflexiones
Este aseguramiento pone en evidencia la sofisticación y alcance de las redes dedicadas al tráfico ilegal de hidrocarburos en México.
Mientras las autoridades celebran este golpe, surge la pregunta: ¿qué medidas se implementarán para prevenir que estas actividades resurjan?
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