Durante años, el derecho de vía entre la Ciudad de México y Querétaro fue invadido por vegetación y olvido, consecuencia directa de las privatizaciones ferroviarias de los noventa.
Hoy, con el renacer del sistema ferroviario nacional impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el proyecto del Tren México–Querétaro vuelve al centro de la conversación pública.
Pero junto a la esperanza, surge un llamado: planificar con responsabilidad y proteger el equilibrio urbano y ambiental de Querétaro.
La visión federal: 3 mil km para reconectar al país
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció la construcción de más de 3 mil kilómetros adicionales de trenes de pasajeros, recuperando un modelo que fue desmantelado en el sexenio de Ernesto Zedillo.
El objetivo federal es claro: movilidad sustentable, reducción de gases de efecto invernadero y reactivación económica.
El Tren México–Querétaro es pieza clave de esa visión: une el centro con el Bajío industrial y puede detonar desarrollo regional si se planifica con visión integral.
El debate queretano: desarrollo sí, pero con orden
En Querétaro, la discusión se ha intensificado tras versiones no oficiales sobre la posible ubicación de la estación “La Corregidora”, en inmediaciones del parque Alcanfores.
El periodista Alberto Marroquín Espinoza —comunicador acreditado en la conferencia del pueblo— advirtió que el tema no debe manipularse políticamente:
“No puede considerarse un daño ambiental cuando se reactiva un corredor ferroviario que ha existido legalmente por décadas.
Lo importante es evitar la especulación y proteger el bienestar ciudadano.”
Marco urbano: lo que sí dice el PPDUZMBT
El Programa Parcial de Desarrollo Urbano de la Zona de Monumentos y Barrios Tradicionales (PPDUZMBT), publicado en La Sombra de Arteaga el 25 de octubre de 2018, prohíbe el uso ferroviario dentro del Centro Histórico y propone relocalizar las vías.
Sin embargo, este instrumento no es retroactivo: los derechos de vía son federales y anteriores a 2018, por lo que su vigencia no puede anularse por disposiciones locales.
En otras palabras, el plan urbano orienta la expansión ordenada de la ciudad, pero no puede invalidar infraestructura federal existente.
La coordinación entre la Federación y el Municipio de Querétaro será clave para definir una ubicación sustentable, fuera del polígono histórico y con equilibrio ecológico.
Movilidad y conectividad metropolitana
La llegada del tren requerirá una planeación vial complementaria.
Expertos coinciden en que la estación debería tener acceso directo a las carreteras 57 y 200, así como viaductos o distribuidores viales para evitar congestión.
Además, se busca garantizar una salida fluida hacia los polos industriales del Bajío, aprovechando la ubicación estratégica de Querétaro como punto logístico nacional.
Reflexión final
El tren es más que acero y rieles: es símbolo de reconexión nacional y de responsabilidad con el territorio.
El desafío para Querétaro será combinar progreso y preservación, desarrollo y conciencia.
El futuro no está en frenar los trenes, sino en guiarlos con visión social, ambiental y técnica, para que el país avance sobre rieles firmes, no sobre intereses.
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