El pasado 30 de agosto, en un movimiento sin precedentes, los tres partidos políticos y organizaciones sociales del Frente Amplio por México decidieron cancelar el proceso interno de elección de la coordinadora del Frente.
Esto, tras haber designado previamente a Xóchitl Gálvez Ruíz para tal posición.
Según argumentos oficiales, se decidió omitir el proceso electivo del domingo debido a una «economía procesal», ya que las encuestas previas señalaban a Xóchitl como la líder indiscutible. Por lo tanto, en opinión de los organizadores del Frente, la jornada electoral resultaba innecesaria.
Sin embargo, este acto ha levantado ampollas entre diversos sectores de la población, quienes cuestionan la legitimidad y legalidad de este proceso «inédito».
Si se siguen estas líneas de razonamiento, podríamos vernos ante escenarios donde, si un candidato lidera las encuestas con un margen amplio antes de las elecciones, se podría declarar ganador sin necesidad de realizar la jornada electoral.
La propuesta radica en que, siguiendo esta lógica, se podrían evitar gastos en campañas electorales, impresión de boletas, instalación de casillas y operación de oficinas electorales.
No obstante, muchos consideran que este método va en detrimento de la democracia y la participación ciudadana, dejando fuera a la población del proceso democrático.
Claro ! Esto bajo la lógica incoherente de Marko Cortés y Alito Moreno presidentes del PAN y PRI respectivamente, obviamente mangoneados por Claudio X.
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