¿Alguna vez una promesa puede cambiar el rumbo de una nación? Mientras la llovizna caía suavemente sobre el césped del Heroico Colegio Militar, una figura emergió con un mensaje que podría redefinir la relación entre el gobierno y las fuerzas militares de México.
Era una mañana fresca y húmeda del 10 de septiembre de 2024, cuando Claudia Sheinbaum, acompañada del presidente Andrés Manuel López Obrador, se dirigía a un público atento y expectante.
Todos los ojos estaban puestos en ella, la primera mujer electa como Presidenta de México y futura Comandante Suprema de las Fuerzas Armadas.
Una promesa desde el corazón del poder
«Nunca emitiré una orden que vulnere el orden constitucional o los derechos humanos de nuestro pueblo,» afirmó Sheinbaum con voz firme, sus palabras resonando entre los uniformados y dignatarios presentes.
Esta declaración no era solo una promesa, era un compromiso de hierro forjado ante la historia y la nación.
La primera mujer al mando
El simbolismo no podía ser más potente. En pocos días, recibiría la Banda Presidencial en una ceremonia que no solo marcaría el inicio de su mandato, sino que también celebraría un hito histórico para las mujeres en México.
«Orgullosamente, seré la primera mujer en comandar las Fuerzas Armadas de nuestro país,» destacó, un logro que pone fin a siglos de tradiciones patriarcales.
Mujeres en la milicia: un cambio histórico
La participación de las mujeres en las fuerzas armadas ha sido un tema de importancia creciente. Desde las heroínas de la Revolución conocidas como «Las Adelitas» hasta la inclusión moderna en todos los ámbitos de la milicia, Sheinbaum reconoció este progreso como fundamental para el futuro del país.
El ejército del pueblo
«Nuestro ejército no viene de las élites, tiene un origen popular,» subrayó la Presidenta Electa, reafirmando la naturaleza única del ejército mexicano como una extensión del propio pueblo, una fuerza nacida para proteger, no para dominar.
Mirando hacia el futuro con esperanza
Con la visión de continuar la transformación del país a través de políticas inclusivas y de bienestar, Sheinbaum esbozó los planes para ampliar los programas de apoyo social y educativo, enfatizando la importancia de la educación y la salud pública.
«Seremos perseverantes en la lucha contra toda forma de discriminación,» declaró, prometiendo un México más justo e igualitario.
¡Es Ahora!
El presidente López Obrador también tomó la palabra, expresando su satisfacción por la transición pacífica y su confianza en Sheinbaum.
Felicitó a los futuros líderes de las Fuerzas Armadas, reforzando el sentimiento de cooperación y respeto mutuo.
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